Las plagas son una preocupación muy importante para cualquier agricultor o el propietario de una pequeña huerta. Existe una amplia variedad de animales que pueden dañar nuestra cosecha. Además la forma de actuación es variada, por lo que debemos estar alerta en los distintos momentos de desarrollo de nuestro cultivo: antes, durante y tras la maduración del fruto o de la planta.
Algunos de estos animales o plagas actúan directamente sobre la planta (hoja, tallo o raíces) alterando su desarrollo y su capacidad productiva. En estos casos también pueden afectar directamente a la cosecha, como sería el caso de las hortalizas de hoja: espinacas, lechugas, acelgas, escarolas, cardos, etc. Otros atacan directamente al fruto o al grano como ocurre en caso de en el caso de frutales y frutos secos (melocotón, perales, nísperos, almendra, pistacho, etc. ), el olivo, la vid, los cereales (gramíneas) (trigo, arroz, cebada, avena, etc.), leguminosas (garbanzos, lentejas, habichuelas, habas, etc.) u oleaginosas (girasol, lino, etc.). Otras plagas afectan en período postcosecha, es decir, cuando ya se ha producido la recolección y en el período de almacenamiento. En estos últimos casos las alteraciones suelen estar causadas principalmente por hongos, bacterias y virus (que no son animales), aunque también habrá que controlar los roedores.
Cuando hablamos de animales nos referimos a un amplio rango de especies. Evidentemente, el manejo para evitar sus daños y los tratamientos con fitosanitarios químicos o pesticidas certificados para cultivos ecológicos no son los mismos.
Los insectos y arácnidos: uno de los más temidos en las huertas y campos
Pulgones, orugas, araña blanca, araña roja, saltamontes, langosta, otros artrópodos, etc. Los tratamientos pueden ser tanto preventivos como, una vez detectado el insecto o la larva, realizar un tratamiento con pesticidas o fitosanitarios para cultivo ecológico. Es fundamental seguir a rajatabla los tiempos y las dosis reglamentarias en los tratamientos de los fitosanitarios. Uno de los aspectos que siempre debemos tener en cuenta en la agricultura es la prevención. La ciencia y los avances en mejora genética vegetal nos permiten en algunos casos trabajar con variedades seleccionadas más resistentes a determinadas plagas. La rotación de cultivos es una muy buena opción cuando esto es posible.
Roedores: los tan dañinos topillos
Los topillos son un verdadero quebradero de cabeza en campos de patatas, cereales y viñedos, llegando a suponer pérdidas económicas muy importantes. El control natural de los roedores en los campos son las rapaces, por lo que lograr un equilibrio entre el medio natural y la agricultura nos permitirá ayudar nuestras cosechas. Los topos, ratones y ratas pueden acabar con una cosecha, tanto estando aún el producto en el campo, como durante el período de postcosecha en los almacenes. Además los roedores pueden ser transmisores de enfermedades para el hombre (zoonosis) por lo que el manejo de plagas de roedores debemos tomárnosla muy en serio.
Pájaros: justo cuando están listos para recolectar
Los pájaros suelen ser un problema habitual en frutales de hueso: cerezas, ciruelas, albaricoques, melocotones… Aparecen justo cuando el fruto está casi listo para ser recolectado y en algunos casos pueden suponer una ruina económica para el agricultor. El tratamiento para evitar la actuación de los pájaros suelen ser de tipo barreras físicas (redes o mallas), o ahuyentadores (los espantapájaros de toda la vida pero más actualizados). Existen también ahuyentadores electrónicos que emiten sonidos que evitar que las aves se acerquen.
La variedad de animales que puede afectar nuestra cosecha es amplia y debemos estar alerta en todos los estadios de desarrollo de nuestras plantas. La experiencia y el conocimiento del agricultor en su tipo de cultivo así como la información que se facilita a través de los consejos reguladores y las denominaciones de origen nos permite estar alerta en los momento en los que pueden aparecer estas plagas para tratarlas adecuadamente y a tiempo.
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