Con la llegada del verano son muchos los que empiezan a pensar en limpiar la piscina, una tarea que, en la mayoría de ocasiones, se descuida durante el resto del año. Se trata de un error común que hace no solo que el trabajo de limpieza sea mucho mayor, si no que también pone en riesgo la instalación de la piscina, pues tiene más probabilidad de deteriorarse por la cantidad de hojas, algas, bichos, etc. que se forman en el agua estancada.
Consejos para una piscina limpia
Para evitar que esto ocurra, os recomendamos mantener la piscina limpia durante todo el año. Veamos algunos consejos:
- Controlar el nivel de cloro. Es el gran aliado contra bacterias y hongos, por ello, deberemos comprobar que el nivel de cloro en agua es el adecuado para mantenerla libre de estos microorganismos.
Lo ideal es comprobar estos niveles todos los días (lo normal es que estén entre 0,5 y 2 ppm). Con añadir una pastilla de cloro a la semana suele ser suficiente para que la piscina se mantenga durante el invierno y dos en los meses de verano.
- Medir el ph del agua. Para ello será necesario un kit especial de medición de ph. Los valores deben mantenerse entre 7,0 y 7,6. Si estos están por encima o por debajo significará que la acidez del agua no es la adecuada para el baño, pues podría producir irritaciones en la piel. Existen productos específicos para regularlo.
- Limpieza. Una vez al mes es recomendable utilizar un limpiafondos para eliminar la suciedad que queda adherida en los azulejos de la piscina. Además de pasar, cada 2 o 3 días, un recoge hojas para eliminar la suciedad superficial que pueda caer sobre el agua.
Si sigues estos consejos evitarás que tu piscina se dañe y podrás disfrutar de ella en cuanto aparezcan los primeros días calurosos del verano.
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